El solipsismo es irrefutable, porque toda presencia en uno ya es mediación, el mero aparecer inter-subjetivo e intencional de lo real fenoménico no rebasa al solipsismo, tan sólo le da la vuelta dejando a algunas mentes y corazones tranquilos, viviendo en una burbuja de ilusa tranquilidad.
El otro hiere la burbuja de nuestra limitada perspectiva de aparente realidad, porque se resiste, — a la voluntad, al conocer, al predecir, al querer, al pensar — y siendo resistencia es desgarradura, herida. El otro no es resistencia, pero en la experiencia de la resistencia se hace manifiesta su absoluta trascendencia, como la presencia de su ausencia, así la alteridad trasciende al sujeto porque lo altera.
El origen de la subjetividad es así la experiencia de la desgarradura, de la herida que marca como herraje en el ser: la incompletud, la fabilidad, el error, la finitud, la angustia y la incertidumbre.
Al solipsismo sólo se le puede medio-superar, más allá de toda argumentación, en la apuesta pragmática del día a día, en la necesidad de creer para seguir viviendo. Pienso en las condiciones de existencia de yo, lo/el otro, el mundo, para empezar el camino del pensar, más las vivencias desgarran y se ríen de todo molde y estructura que los intenta asir; terminan riéndose dentro — en su ser — y fuera de ell@s, como niñas pequeñas, como un duro trueno. Dejando en carácter de inacabada y provisional toda tarea del pensamiento. . .
La libertad (el actuar) podría ser una ilusión el sueño de elegir. Como el inicio de la película ¿Quién es John Malcovich? En donde se cree ser quien no se es. El auto-reconocimiento de que se es libre también es una mediación.
Apuesto que soy éste que soy y actúo, que tú eres quien eres y actúas, que él es quien es y actúa, que el mundo está aquí, pero certeza no tengo, la única que tenía era sólo la apariencia de un instante de mera apariencia que se retiró cuando la siguiente apariencia de un instante de mera apariencia llegó, porque la tuve que recordar, así de efímera, parcial y limitada, es esta aparente certeza.